LA PELIRROJA, no sólo es un simple regalo feminista. No hay duda de que las mujeres estamos viviendo tiempos de revolución y despertar. Después de muchos años demasiadas veces sometidas, anuladas, maltratadas, violadas o asesinadas hemos reunido el valor para levantar la voz. Decir “basta ya” y retomar el trabajo que emprendieron aquellas primeras feministas que tanto hicieron por nosotras y por mejorar nuestras condiciones dentro de esta sociedad patriarcal.
LA PELIRROJA es una marca feminista. Clara. Directa. Valiente. Sin filtros. Sin miedo. Surge como respuesta, como grito ahogado ante las injusticias que ve a sus alrededor, para acabar con lo normalizado, para dar un puñetazo en la mesa.
Las mujeres han acogido a LA PELIRROJA con mucho entusiasmo y cariño, con la ilusión de quien se siente representada, sus productos ayudan a expresar emociones, sentimientos, estados de ánimo, pensamientos. Hemos creado una pequeña comunidad de compañeras, amigas y confidentes unidas en la misma lucha.
El 8M de 2019 LA PELIRROJA inundó las calles de toda la geografía española, sus camisetas lucían en la marcha feminista de cada comunidad autónoma, pancartas con sus ilustraciones salieron a la calle… este fenómeno escapó totalmente de mis expectativas. Las mujeres la lucieron con orgullo, me enviaron centenares de fotos con la cabeza muy alta, señalando su mensaje, el mensaje que gritan al mundo: ya no se van a callar más. Gracias por elegirla en un día que marca historia para nosotras año tras año.
Regalamos a nuestras hermanas camisetas que dicen “AQUÍ MANDO YO”, bolsas y paraguas que hablan de libertad e independencia, tazas que defienden la justicia e igualdad de género. Las lucimos sin vergüenza por las calles, nos miran bien o mal, nos sonreímos y levantamos la cabeza con orgullo, sienta fenomenal sentirse parte de una comunidad que nos acoge, nos protege y es inasequible al desaliento.
La lucha feminista sigue cada día, en cada familia, en cada grupo de amigos, en el trabajo y en la calle.
No es nada fácil enfrentarse a discusiones continuas, insultos o risas condescendientes, sentirse menospreciada por quien creías te importaba. Por encima de todo ello está la satisfacción de luchar por una causa justa, por nuestros derechos, por el crecimiento sin límites de la mujer y por su libertad completa.
Cada vez que uses los artículos de LA PELIRROJA estarás gritando, defendiéndote y luchando por todas, por las que estamos, estuvieron y llegarán. #SOMOSLAPELIRROJA
Orgullosa de haber lucido a la pelirroja en mi camiseta junto a tí, pelirroja. Me encanta que tú álter ego y tu diseño sea así, con una mujer pelirroja, que en el pasado sufrió tanto por ser mujer como por ser pelirroja, símbolo de la maldad y el diablo o la brujería. Tanto es así, que en determinados sitios se les pone mote peyorativo. En el pueblo de mi madre, ella pelirroja, la llaman la colorá. Con desprecio. Triste pasado que no queremos que siga en el presente.
Gracias por tus palabras Eli, eres una compañera maravillosa, ¡¡¡¡de feminismo y de profesión!!!!!