Por fin me he decidido.

Con 37 tacos.

Qué liberación.

Qué comodidad.

Qué PUTA MARAVILLA.

Tras toda una vida de represión, escondidas en la oscuridad como miserables delincuentes, MIS TETAS HAN VISTO LA LUZ. Han sentido el aire. Las ha acariciado el mar. Son libres.

Y vosotras diréis, “Pues ya ves, ¿quieres un pin?, yo llevo años haciéndolo.”

Pues enhorabuena. PERO YO NO. Así que venga ese pin. YA.

Nunca he crecido con esa seguridad sobre mi cuerpo. Todo lo contrario. He estado muy acomplejada y me daba una vergüenza increíble enseñarlo. Principalmente tenía dos agujeros negros en mi cabeza que eran intocables, indecentes, imposibles de mostrar al mundo: MIS TETAS Y MI TRIPA.

“¿Cómo es posible?” Diréis.

“¡Pero si estás buenísima!” Diréis.

LO SÉ. Pero lo he descubierto demasiado tarde.

                                                                     

 

Tú también estás buenísima, ¡así que créetelo cacho penca! Y no dejemos que nos amarguen más la vida. Porque la realidad es esa, crecemos rodeadas de pequeños detalles, insignificantes, sutiles, inocentes… que nos van amargando la vida y nos hacer dudar sobre nuestro cuerpo. Nos adoctrinan, lo normativizan y regulan según sus propios cánones. Pero nunca pensando en la comodidad o salud de sus propietarias.

Digo propietariAS, porque espero que ningún hombre que lea este post y tenga dos dedos de frente intente comparar la presión sufrida por nosotras a lo largo de nuestra vida con la que sufren ellos. Si quieres compararlo y ahora mismo te sientes ofendidito, éste no es tu lugar.

Supongo que todas podremos compartir miles de estos momentazos en la vida, esos que nos han avergonzado o nos han descubierto detalles horribles de nuestra fisonomía que ni nosotras conocíamos. Os cuento cuatro de los míos, vamos a reírnos un ratito.

7 AÑOS. Corral de la iaia. Jugando a la comba muy feliz. Iaia y vecina comentan, muy sutilmente.

Iaia “A esta niña hay que comprarle una faja”

Vecina “lo que tiene que hacer es quitarse esa tripa a base de abdominales, que aún es joven”

MI CONCLUSIÓN: Tengo una tripa cervecera bestial y yo sin enterarme. Tengo que esconder esta aberración de la naturaleza como sea.

11 AÑOS. Set de rodaje (si hija si, algún día os contaré más sobre mi infancia como niña FEBER)

Estilista 1 a estilista 2 “A esta niña se le marcan los pezones, hay que hacer algo”

Ese algo fue vendarme las tetas sutilmente. (sí, a lo Marisol…)

MI CONCLUSIÓN: que te esté creciendo el pecho debe darte vergüenza, hay que esconderlas.

 

13 AÑOS. Leyendo una revista de moda. Omito nombres. Título de un artículo.

“La clave para saber si tienes un pecho firme. Ponte un lápiz debajo, si tu pecho lo sujeta lo tienes caído, si el lápiz se cae tienes el pecho perfecto”  Venía con dibujo explicativo. Os juro que es real, como la vida misma.

Con 13 años yo usaba una 90C, no sólo podía sujetar un lápiz, podría haber sujetado toda la caja de Alpino si me lo hubiera propuesto.

MI CONCLUSIÓN: Con 13 años y con peores tetas que doña Rogelia. Esto hay que esconderlo.

32 AÑOS. Intercity Madrid- Cullera. Mi señora compañera de viaje, después de cotillearme la vida más allá de lo necesario concluye así:

“Pobrecita mía, y vienes en el tren tú sola. Un viaje tan largo y en TU ESTADO.”

¿En mi estado? ¿EN MI ESTADO HIJA DE LA GRAN PUTA? Mi estado va ser prisión preventiva por homicidio involuntario como no cierres esa bocachancla que tienes.

MI CONCLUSIÓN: Se acabó tanto aguantar a tanto gilipollas. Y que encima, me afecte.

Porque lo más triste es precisamente esto, que nos afecta. Que nos merma la moral de tal forma que al final somos incapaces de mirarnos en el espejo y ver lo preciosas que somos, lo buenorras que estamos. Somos débiles, influenciables.

Pero se acabó. Hoy he bajado a la playa y me he quitado el bikini. Y ha sido una liberación maravillosa. No busco exhibirme ni tú aprobación, busco la igualdad y el respeto. Empoderarme. Creer que todo esto es natural y bello. ¡Qué son dos tetas, coño! ¡No es un tío meando a plena luz del día en la calle! Ay, que va, si eso no escandaliza a nadie…