HASTA EL TOTO. De la preguntita y de quien hace la preguntita.

Pero vamos a ver alma cándida, ¿tan maravillosa soy que necesitas que perpetúe mis genes forever and ever? ¿Tanta ansiedad te produce este vacío zigotil en mi vida?

 

No, perdona. La ansiedad me la produces a. Lo tuyo es falta de habilidades sociales y exceso de imprudencia; vamos, catetismo máximo.

Diréis que soy una exagerada, que es una pregunta sin ninguna maldad. MIRA, BASTA. Llevo oyendo esta pregunta inocente, SIN NINGUNA MALDAD desde los 27 años. Familiares, amigos, vecinos, suegros, cuñadas, allegados… TODOS han querido opinar sobre mi útero y recordarme para qué sirve.

Sus preguntas y sugerencias SIN NINGUNA MALDAD me han producido episodios de ansiedad y pánico, frustración, culpabilidad infinita. Ahora tengo tanto miedo a equivocarme que me paraliza, miedo a arrepentirme de la decisión tomada, sea la que sea.

Han sido 10 años de sonrisas por compromiso, de excusas para salir del paso, de incomodidad, de vergüenza. Vergüenza por no ser la mujer que se espera, deseosa de parir angelitos.

Si la mujer que no quiere tener hijos es tachada de irresponsable y egoísta, la que vive con la indecisión de serlo es el engendro de Satán, la inmadurez personalizada (hablo de mujer, porque el hombre no se mide con el mismo rasero, a él ni le preguntan).

Estos diez años he escuchado auténticas barbaridades con respecto a esto, pero mi favorita en el mundo fue hace poco, con un:

                                                          “Anímate, que tu madre quiere ser abuela”.

Porque no es suficiente con hacer preguntas incómodas metiendo las narices donde no te importa, además TE ATREVES  a mandarme el trabajo y a hablar por la futura abuela, pobrecita mía, que no ha dicho ni mú. Como si mi decisión tuviera que basarse en hacer felices a los demás. Como si le debiera al mundo un regalo.

                         “Mira bonito, a lo que me voy a animar es a pirarme a Indonesia tres semanas,

                                      pero de MI chichi no saldrá nada si YO no lo tengo claro, ¿capisci?”.

 

 

Porque NO LO TENGO CLARO, ¿qué pasa?: lo he reflexionado muy mucho, profundamente; sé lo que conlleva, la responsabilidad y el esfuerzo necesarios para criar a una persona sensata, responsable, autónoma, respetuosa, humilde y agradecida, que sepa defenderse en la vida. MENUDA BOMBA. Y SEGURO QUE ME QUEDO CORTA.

Y yo me pregunto ­–desde mi ignorancia –, ¿esta gente tan cotilla y bocachancla se paró a pensar con madurez lo que implicaba tener un retoño?

Sí, claaaaaaaaaro, por eso el mundo está lleno de adolescentes maleducados, soberbios, impertinentes, egoístas y  colmados de caprichos. Lo sé porque trabajo con ellos todo el día. ESO NO ES EDUCAR, queridos.

                          ASÍ YO TAMBIEN PROCREO. SIN PENSARLO NI UN MINUTO.

Tomar esta decisión por automatismo o presión social que es una irresponsabilidad, una injusticia para la persona que está por venir y un crimen contra la sociedad en la que serán adultos. MIEDO. PÁNICO.

THANKS GOD, veo también familias maravillosas concienciadas de sus responsabilidades y  personitas a las que admiro con mucho ORGULLO. Eso mantiene viva mi duda, ante la negación total a la maternidad. GRACIAS INFINITAS.

Hablo como mujer, como MUJER FEMINISTA. Pienso mucho en el papel de la mujer en el rol de madre y reconozco que me aterra. LO CONFIESO. Tengo miedo a la maternidad, a sentirme esclava y anulada, a no volver a estar en paz conmigo misma, a sentirme atrapada en una vida que detesto, a ser profundamente infeliz. ¿TAN DESCABELLADO ES?

 

He luchado mucho por llegar a tener la vida que tengo y estoy hasta los ovarios de que esta presión social, física y emocional  me impida disfrutar mi presente al máximo sin culpas. Sin ansiedad. Sin frustración.

NO QUIERO SER MADRE… QUIERO SER MADRE… NO SÉ SI QUIERO SER MADRE…

Las tres decisiones deberían ser APOYADAS y RESPETADAS. Basta ya de meter las narices en asuntos ajenos, supera tu complejo de vieja del visillo que no sabes la batalla que cada uno lucha en su interior.